Nosotros somos como un árbol; así como ese árbol que te imaginas, eres tú.
El árbol deja ir hojas que en algún momento lo hicieron resplandecer, para poder tener un mejor follaje después. Así nosotros, como un árbol, debemos dejar ir, renovarnos, dejar que el aire de otoño se lleve aquellas hojas que ya no deben estar. Renuévate, revive y sé una mejor versión de ti.